jueves, 10 de mayo de 2012

Con la R de Red Social

* Autor del grafitti: David Walker


Ronie tenía una destreza singular. Lo suyo era el arte callejero. Ya desde pequeña había dibujado de maravilla, con una habilidad nada propia para su edad, pero ahora había perfeccionado su técnica y la había complementado con mensajes cargados de intención. Siempre andaba cargada con sus sprays, buscando un trozo de pared donde poder plasmar todo lo que hervía en su interior. A veces las palabras se escapaban del muro e iban más allá. Las dejaba suspendidas, como flotando, entre llamativos dibujos, con la sana intención de acaparar miradas y flashes y quedar así grabadas en mentes y fotografías para su posterior difusión. Un buen día, Ronie se conectó a una red social y cuál fue su sorpresa al ver uno de sus dibujos publicado en el muro del amigo de un conocido. Treinta y ocho "me gusta" acompañaban a la instantánea. Quedó tan sorprendida de su virtual afluencia de público que decidió hacer un experimento. A la mañana siguiente cogió su cámara de video y grabó todo su proceso creativo en plena calle. Desde los primeros esbozos hasta los últimos retoques y sombreados. Le llevó varias horas tenerlo todo listo. Editó el video y lo condensó en cuatro minutos de rápidas imágenes que eran el fiel reflejo de varias horas de trabajo. Lo publicó en la red bajo el título ‘Que no te callen la boca’. Las visitas caían como moscas en un tablero. Al cabo de una hora ya lo habían visionado setenta y tres personas. No daba crédito a lo que estaba sucediendo. Tantos años tratando de llegar a la gente y ahora resultaba que en solo sesenta minutos le habían salido setenta y tres admiradores. ¡Más de uno por minuto!

Pasados un par de días, decidió hacer otra grabación aunque sutilmente diferente a la anterior. Colgó de nuevo un video en la red, esta vez de nueve minutos de duración. Se tituló ‘No dejes que te salpiquen’. Ciento ochenta visitas en hora y media. Un auténtico logro. Ronie se rió para sus adentros. Ciento ochenta personas unidas por los larguísimos brazos de la red y viendo como se fríe un huevo a cámara lenta. Realmente la gente estaba muy aburrida.